CARNAVAL del GUALEGUAY
"DESCUBRÍ TU SHOW"
En Gualeguay la tradición del carnaval se inicia a fines del siglo XIX, manifestándose a través del tiempo con distintas características y creando una gran identificación con todos los sectores de la comunidad.
Promediando los ‘900, la gente de los barrios marginales se adueña del centro siendo los protagonistas principales y “los del centro”, meros espectadores cuya participación se remitía al juego, primero con flores, serpentina y papel picado, tiempo después con pomos de agua, lanza perfume y pachangas, hasta llegar al juego con nieve artificial impuesto en las últimas décadas.
Estas murgas realizaban cánticos de contenido político y social, por medio de los cuales exponían a toda la comunidad sus reclamos y sus puntos de vista, que de otra manera no eran escuchados. Entre los grupos humanos que se organizaban se recuerdan, la comparsa de Gauchos, que con vestimentas típicas del campo, bailaban al compás del acordeón durante todo el recorrido; la comparsa de Indios; la comparsa de Militares, que con caballos y a paso marcial realizaban todo el recorrido al son de tambores con ritmo de marchas; otro de los componentes eran las máscaras sueltas y la corte del rey Momo que el última día hacía su recorrido en un féretro con destino al entierro, fin de la carnestolenda.
Estos carnavales eran populares y organizados por el municipio, no exigían mayor infraestructura y despertaban gran interés en toda la población que durante los tres días que establecía el almanaque cantaba y disfrutaba de la fiesta.
Era costumbre después del desfile, asistir a los bailes que eran organizados por los diferentes clubes, donde cada sector social tenía su lugar.
A partir de 1978 se comienza a vislumbrar el cambio en el carnaval y finalmente ese cambio termina siendo absoluto. Lo que si no ha dejado de existir es el compromiso y las ganas de divertirse y participar, que los hijos de Gualeguay mantienen como una llama siempre encendida, que año tras año van alimentando y que jamás se extinguirá.
1978 el año del cambio
Una de las escuelas de danzas de la ciudad organiza una comparsa con características cariocas, dejando ya los ritmos rioplantenses para incorporar las batucadas, poniendo un nuevo desafío en juego. La comparsa integrada por alumnas de la esta escuela, de otra extracción social, provocó un quiebre importante en el viejo carnaval, desplazando a los protagonistas barriales que en unos pocos años, quedan totalmente fuera del circuito.
Al año siguiente del ingreso de Macumba, la nueva comparsa, se incorporó Si-Si lo que transformó al carnaval en una tribuna de River-Boca, provocando una participación masiva en la preparación y participación de los carnavales, de una forma u otra el pueblo se dividió en dos los de Macumba o los de Si-Si.
Producían trajes con gran lujo, muchas lentejuelas, canutillos, perlas y plumas. Vestían a grupos de chicas hermosas y poco tiempo después sumaron instrumentos de viento a las batucadas, dándole a las comparsas de Gualeguay una de sus características más singulares.
De esta manera el Carnaval de Gualeguay comenzó a concitar el interés de propios y ajenos, aumentando el número de visitantes que venían a disfrutar de esas noches de carnaval.
Así el Carnaval de Gualeguay logró competir con los Carnavales de Corrientes y gracias a su privilegiada ubicación a sólo 210 km de Capital Federal y Gran Buenos Aires, el turismo llegó como nunca lo había hecho.
Así llegamos al carnaval de hoy con comparsas como K’rumbay, Si Sí y Samba Verá, quienes realizan su marcha por el Corsódromo Municipal, derrochando brillo y alegría, cada una con más de ciento cincuenta integrantes y majestuosas carrozas.
El Carnaval de Gualeguay se destaca por su carácter participativo, donde el público no es un simple espectador, sino que es un protagonista más del espectáculo. Divertirse jugando con espuma toda la noche o bailar y fotografiarse con los integrantes de las comparsas forma parte de la identidad del carnaval más divertido del país.
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